Las artes escénicas y la exhibición cinematográfica, los sectores culturales más perjudicados por la pandemia con un 70% de pérdidas
10/05/2021
El Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CoNCA), el Departament de Cultura y el Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC), junto con D’EP Institut, han elaborado un informe técnico que permite hacer una primera estimación del impacto económico de la Covid-19 en el sector cultural catalán. El informe fija en un 24% las pérdidas de ingresos del conjunto del sector cultural catalán durante el 2020, que ha pasado de facturar 4.475 millones de euros en 2019 a 3.387 millones de euros en 2020.
El texto también especifica cómo estas pérdidas tienen intensidades muy diferentes en los dominios culturales: el del patrimonio y museos pierde un 35%; el de las artes escénicas y musicales, un 72%; la edición y el comercio al por menor de libros, un 14%; el audiovisual y multimedia, un 15% y las actividades de diseño especializado, fotografía, creación artística y literaria, un 12%.
Para dimensionar los dominios culturales anteriormente descritos se ha tomado como referencia las cuentas de las empresas culturales de 2018 elaborados por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), mientras que las fuentes consultadas para realizar las estimaciones de pérdidas de facturación del 2020 han sido, entre otros, Idescat, GFK, Adetca, Anuario de la SGAE, Anuario de la Música de ARC y el grupo Enderrock y ComScore.
La cultura en vivo, la más afectada
Los sectores que requieren la presencialidad han sido lógicamente los más castigados. Es el caso de las artes escénicas y musicales, el dominio cultural más perjudicado durante la crisis que acusa una pérdida global en 2020 del 72% de la facturación respecto al ejercicio anterior. Las artes escénicas han tenido unas pérdidas al 58% y la música en vivo del 87%. Este dominio tiene un peso del 7% en la facturación global del sector cultural en Cataluña.
Ante la falta de datos de los ingresos de todos los museos, el patrimonio cultural, los archivos y las bibliotecas catalanes, se ha asumido que el decremento de los ingresos será proporcional a la pérdida de visitantes, dato que sí está disponible y que corresponde a un descenso aproximadamente del 77% de los visitantes respecto al 2019. a partir de este dato, se estima que las actividades en museos y gestión de lugares y edificios históricos han tenido una pérdida del 35% de los ingresos.
Los sectores que mejor han resistido el embate de la crisis sanitaria
En cambio, el dominio del audiovisual y multimedia, uno de los que engloba más subsectores y supone un mayor peso en el conjunto del sector cultural (41%), vierte unas cifras complejas: mientras la exhibición cinematográfica ha experimentado unas pérdidas del 73% y el comercio en detalle de música y vídeo grabados pierden un 41%, la edición de videojuegos y la actividad de grabación de sonido y edición musical incrementan un 11 y un 12% respectivamente.
Pérdidas similares presenta la macroagregació de actividades de diseño, fotografía y creación artística y literaria, con un decremento del 12%, mientras que el sector del libro pierde un 14% (en concreto, el comercio al por menor de libros en soporte físico y digital baja un 23% y la edición de libros un 12%).
El salto digital
Estas son algunas de las conclusiones del informe, que también recoge como durante el confinamiento la cultura ha reconvertido los formatos en vivo en formatos digitales. Tras consultar varios eventos, ferias y festivales que habían llevado a cabo esta adaptación – como el Mercat de Música Viva de Vic, el Festival de Peralada, FiraTàrrega, el Festival Temporada Alta, Recomana- Premis de la Crítica, Plàudite, Sitges-Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, el D’A, l’Atlàntida Film Fest-Filmin, la Mostra Internacional de Films de Dones, Manga Barcelona, Litterarum, Loop Festival y Fira y Sónar+D –, se concluye que la conversión al digital, con la excepción del audiovisual, no compensa por ahora la inversión económica necesaria. La disminución de ingresos y la pérdida de patrocinios que implica hace que esta conversión se justifique únicamente por el mantenimiento de la actividad y el posicionamiento de marca. Los gestores consultados pronostican un futuro híbrido con más opciones y canales en el que el digital es un complemento y no un sustituto de la oferta física.