Las comisiones sindical y de educación de la APdC piden que se depuren responsabilidades en el caso de las oposiciones de estabilización
18/05/2023
La asociación lleva años reclamando que se regule la situación de las docentes de enseñanzas artísticas profesionales y que se desarrolle un plan de actuación estratégico para dignificar la profesión y las políticas educativas
Desde la comisión sindical y la comisión de educación de la Associació de Professionals de la Dansa de Catalunya ponemos de manifiesto nuestra indignación ante el cúmulo de irregularidades en las oposiciones de estabilización convocadas por el Govern de la Generalitat a finales de abril. Un proceso que afecta directamente a los y las profesionales de la danza que imparten las enseñanzas elementales y profesionales de danza en el Institut Escola Artístic Oriol Martorell, el único centro de titularidad pública en Catalunya que imparte enseñanzas regladas de danza. Compañeros y compañeras que ahora se ven obligadas a repetir las pruebas el próximo mes de julio.
El caos y la falta de rigor que caracterizaron el proceso han puesto en riesgo su seguridad jurídica y, por tanto, han desvirtuado el acceso a la función pública. Por eso, de manera unívoca, pedimos que se depuren todas las responsabilidades y que se emprendan las acciones necesarias para que nunca más pueda suceder nada parecido.
El problema es político y, como tal, requiere soluciones políticas, que deberían ser tomadas con visión ancha y el máximo cuidado para tratar de perjudicar lo menos posible a los y las aspirantes.
Desgraciadamente, nada de eso nos acaba de sorprender. Esta injusticia se suma al conjunto de agravios que nuestros compañeros y compañeras vienen sufriendo desde hace meses, y que se han puesto reiteradamente en conocimiento del Departamento de Educación. Una situación extraordinaria, un desbarajuste administrativo y político que nos hace constatar, una vez más, que la danza y sus profesionales no reciben el reconocimiento que merecen por parte de la administración pública y de quien la gobierna.
Como venimos reclamando hace años desde la APdC (ver documento Propostes de millores en l’àmbit de la docència de la dansa, diciembre del 2018) es urgente que el Govern impulse:
- la creación del cuerpo de profesores y catedráticos de música y artes escénicas, como parte del cuerpo de funcionarios públicos.
- y la presencia de profesionales de la danza en las instituciones educativas, para garantizar la máxima calidad de estas enseñanzas y dar salida laboral a quien dispone de la formación especializada para impartirlas.
En la misma línea se pronunció públicamente el equipo docente del IEA Oriol Martorell en un comunicado con fecha de septiembre de 2022.
Este conjunto de profesionales de la danza no está debidamente reconocido, dado que no se incluye dentro de la relación de cuerpos docentes en Cataluña. Un cuerpo que sí fue implantado en las demás comunidades autónomas del estado, equiparándolo en categoría y estatus al resto de docentes de enseñanzas regladas.
Fruto de este hecho diferencial, en Cataluña estas profesionales acaban siendo contratadas como personal laboral, no indispensable, sin convenio específico alguno y que se incluye dentro de la categoría genérica de licenciado/a A1. Una categoría que en ningún caso es la adecuada, ya que no especifica sus especialidades ni sus funciones docentes. Por tanto, al caos de las oposiciones hay que sumar que, en el caso de los y las profesionales de la danza, el proceso no se ha regido por el principio de mérito, ya que no se baremaba su experiencia artística ni las formaciones específicas.
Los temarios que han tenido que prepararse para las pruebas no se adecuaban en forma y contenido a las especificidades de las enseñanzas que deberían impartir —aunque, curiosamente, los enunciados parecían copiados del temario de acceso al cuerpo de profesores de música y artes escénicas. Concretamente, por ejemplo, en temas de especialidades de música en las que tan sólo se añadió el anexo “o danza” a las frases, dando a entender que los conceptos musicales eran comunes para ambas especialidades. Una anécdota que refleja la carencia de consideración que el Departamento de Educación confiere a las tareas y conocimientos específicos de ambas especialidades, tanto la danza como la música.
Desde la APdC llevamos años denunciando la flagrante situación de la danza dentro de las instituciones educativas. Da la sensación de que quien hace o ejecuta política educativa carece del conocimiento necesario para llevar a cabo su encargo público, en detrimento de la dignidad de nuestro sector y, en último término, de la formación de quien decide estudiar danza —qué sería de las formaciones de danza en este país si no llega a ser por la entrega y el empuje de nuestros profesionales?
Cansadas del desprecio sostenido que se nos ha mostrado, exigimos que se nos escuche y se nos permita participar activamente en la construcción de políticas educativas que garanticen una formación artística de calidad en todos los niveles, con las mejores condiciones de aprendizaje por al alumnado y condiciones laborales dignas para los equipos docentes.
Reclamamos, por tanto, que se regule de una vez por todas la situación de las docentes de las enseñanzas artísticas profesionales, así como el desarrollo de un plan de actuación estratégico, de la mano de las profesionales de la danza, para dignificar la profesión docente y las políticas educativas. Para garantizar el derecho de nuestra ciudadanía a recibir una educación artística de la mayor calidad posible.
Siempre que haya voluntad política para hacer de esto una realidad, nos van a encontrar de lado.